Conocí a Cecilia, -cuya pérdida hemos sufrido el 2 de julio-, en la Universitat de Barcelona, UB cuando se inscribió en los Cursos del Doctorado de Historia de América, en el que impartí uno sobre Los Movimientos de Mujeres en América Latina. Por entonces desde el SIMS, Seminario Interdisciplinar Mujeres y Sociedad organizaba un Seminario continuado sobre las mujeres latinoamericanas. Muy pronto Cecilia se integró en él y en el SIMS y se inició una relación entre nosotras que fue más allá del de una alumna. Superó los cursos brillantemente y comenzó a escribir sus tesis sobre Feminismo y Movimientos de Mujeres en el Uruguay del siglo XX. Al mismo tiempo que estudiaba, Cecilia trabajaba como Auxiliar de Serveis en la Facultad de Económicas de la UB. Pero su vocación no estaba en la Academia sino en la escritura y a ella se dedicó publicando en el 2014 Caminos del agua, de la que dijo una crítica que parecía que llevaba escribiendo toda la vida. Fue un gran éxito. Una historia familiar, la suya, de ida y vuelta de Cataluña al Uruguay y a Cataluña. En el 2019 se vinculo al Grupo Feminista Intergeneracional de Ca la Dona, (que dinamizábamos Conxa LLinás y mi persona) y tanto en el I ciclo de 2019, como en el II, en 2020, tuvo una participación muy activa haciéndonos saber especialmente de la historia de las mujeres del Uruguay. Mientras se nos iba nos dejaba un segundo libro: La Verdad Oculta, que estoy deseando leer. He perdido una amiga muy especial, interesante y cariñosa: ya la estoy echando en falta. Tenía 2 hijas, 1 hijo, 4 nietas y 2 nietos. Seguro que hay sucesoras de su talante e inquietudes. Descanse en Paz.
Lola G. Luna, 9.7.2020