A Ca la dona, a més del grup dels horts i les herbes, estem participant en la creació d’una xarxa de treball i debat entorn la sobirania alimentària, des del feminisme.
Kafeta feminista, dijous 20 de juny, a les 19h, a La Teixidora (Marià Aguiló, 35 <M> Poblenou) -activitat no mixta.
Us proposem debatre entorn a les formes de recuperar el control sobre la pròpia alimentació i transformar la gestió de la terra i la producció dels aliments. Comptarem amb les experiències de companyes dels horts urbans de Barcelona, de les terres expropiades d’Andalusia, de projectes econòmics rurals duts per dones, de membres de l’Aliança per a la Sobirania Alimentària, i de totes les que hi anem.
El moviment feminista pot aportar molt a la lluita per la Sobirania Alimentària, però el treball en aquest país és encara incipient. Fixeu-vos en les propostes de Via Campesina (podeu llegir el text sencer aquí): consum, relació amb el planeta, gestió de les terres, ús de l’energia, treball digne, relacions igualitàries, etc.
“Cambiar el sistema significa:
Dejar más de dos tercios de las reservas de combustibles fósiles bajo la tierra y el fondo del océano para prevenir niveles catastróficos de cambio climático.
Prohibir las nuevas exploraciones y explotaciones de petróleo, arenas bituminosas, gas no convencional, carbón, uranio y gas natural.
Apoyar una transición justa para que l@s trabajador@s y las comunidades salgan de economías de consumo intensivo de energía y avancen hacia economías locales resilientes, basadas en la justicia social, económica y medioambiental.
Descentralizar la generación de energía y colocar su propiedad bajo control de las comunidades locales impulsando las fuentes de energía renovables. Invertir en infraestructuras energéticas locales, de pequeña escala y basadas en las propias comunidades.
Dejar de construir megaproyectos y proyectos innecesarios de infraestructura que no benefician a la población y que son contribuidores netos de emisiones de gases de efecto invernadero como son mega represas, autopistas excesivamente sobre dimensionadas, proyectos energéticos centralizados de gran escala innecesarios y aeropuertos superfluos.
Acabar con la producción industrial de alimentos en gran escala orientada a la exportación (incluyendo la producción agropecuaria) y promover sistemas de producción en pequeña escala, integrados, ecológicamente sustentables, que contribuyan a enfriar el planeta y aseguren la soberanía alimentaria en base a la provisión de alimentos nutritivos que satisfagan las necesidades culturales de las comunidades locales.
Adoptar estrategias de “Residuos-Cero” mediante el fomento de programas de compostaje y reciclado integral que remplacen el uso de incineradores de residuos que generan gases de efecto invernadero.
Acabar con el acaparamiento de tierras y respetar los derechos de pequeñ@s agricultores, campesin@s, y mujeres. Reconocer los derechos colectivos de los pueblos indígenas conforme a la Declaración de Derechos de los Pueblos Indígenas de las Naciones Unidas, incluyendo sus derechos sobre sus tierras y territorios.
Desarrollar estrategias económicas que creen nuevos tipos de “empleos climáticos” –trabajos con una remuneración decente que contribuyan a la reducción de emisiones de carbono- en los sectores de las energías renovables, la agricultura, el transporte público y el reciclado de piezas industriales.
Recuperar el control de los recursos públicos para financiar proyectos para el pueblo y la naturaleza en los ámbitos de salud, educación, alimentación, empleo, vivienda, recuperación de zonas húmedas, bosques y otros ecosistemas, y eliminar los subsidios a las industrias contaminantes, al agro-negocio y a la industria militar.
Retirar de circulación los automóviles a través de la construcción de infraestructuras de transporte público limpios, adaptados a los recursos energéticos locales, no basados en motores a combustión y que sean accesibles y asequibles a toda la población.
Fomentar la producción y consumo locales de productos sostenibles para satisfacer las necesidades fundamentales de la población y evitar el transporte de bienes que pueden ser producidos en el lugar.
Detener y revertir los acuerdos de libre comercio e inversiones al servicio de las trasnacionales. Estos acuerdos promueven el comercio y las inversiones para la obtención de la máxima ganancia a costa de la fuerza de trabajo, la naturaleza y de la capacidad de las naciones de definir sus propias políticas.
Frenar la apropiación corporativa de la economía y de los recursos naturales en beneficio de las Empresas Transnacionales.
Desmantelar la industria e infraestructura militar, para así reducir las emisiones de gases de efecto invernadero vinculadas a la guerra, y destinar los recursos del presupuesto militar a la promoción de una paz verdadera.” [+]
Ens veiem el 20 a La Teixidora!